Horizonte ucraniano
Rafael Poch* La Vanguardia [ x ] Hasta el más iluso activista de cualquier movimiento social europeo comprende ahora el misterio de lo que se ha visto en Kiev: Si la causa es “justa”, se puede ocupar más de media docena de edificios y sedes ministeriales en el centro de la capital, varias sedes regionales del gobierno, organizar escuadras paramilitares, presentar una fuerte resistencia física ante los antidisturbios, matar incluso a dos agentes y ganarse el aplauso de la Unión Europea y hasta conseguir resultados: la dimisión del gobierno, cancelación de las leyes antidisturbios, una amnistía y quién sabe si elecciones anticipadas.